II Encuentro para una Alternativa Social Mundial debate sobre autodeterminación de los pueblos

El segundo debate de esta jornada abordó la Alternativa por la Audeterminación. Foto: Captura de Pantalla.


23 de julio de 2024 Hora: 17:22

El español Iñaki Gil alertó que el capitalismo ha intentado entrar en una fase expansiva desde finales del siglo XX.

La sesión de debate vespertino de esta primera jornada del II Encuentro para una Alternativa Social Mundial: De Bolívar a Chávez, analizó el papel que juega la autodeterminación de los pueblos en el actual momento histórico.

En ese sentido, se compartieron cuatro experiencias y perspectivas actuales sobre el tema, para comprender cómo enmarcar esas luchas dentro de una nueva propuesta en la alternativa social mundial.

El debate se desarrolló mediante la celebración de un panel, en el que intervinieron el representante vasco de la Red en Defensa de la Humanidad – Euskal Herria, Iñaki Gil de San Vicente; el miembro del Centro de Excombatientes de las Islas Malvinas en Argentina, Rodolfo Carrizo; Hindu Anderi de la Plataforma de Solidaridad con la Causa Palestina e Ibrahima Kebe Prashad, Escuela de Formación Política Modibo Keita de Mali.

Iñaki Gil de San Vicente, alertó que “hablar de autodeterminación parece una cosa sencilla, pero es una cosa compleja”, pues incluye conceptos teóricos y abstractos como el derecho y el sentimiento independentista, nacional o de identidad.

“Sobre el derecho de autodeterminación han habido dos grandes concepciones opuestas: la concepción bolchevique de 1917 y la concepción de los derechos elaborados por Estados Unidos. Estas son las dos formas que actualmente están en boga: el derecho a la autodeterminación bajo el dictado del dólar —que no es autodeterminación—, y el derecho a la autodeterminación bajo el poder del pueblo”, destacó.

Desde esa perspectiva, Gil argumentó que “el capitalismo se expande y se contrae, cada vez que se expande abarca pueblos, liquida a las clases trabajadoras, moviliza a millones de personas trasladándolas de un continente a otro y suprime la independencia formal de los estados, como ocurre actualmente en Europa o Argentina”.

Al respecto, alertó que el capitalismo ha intentado entrar en una fase expansiva desde finales del siglo XX, “esa sístole y esa diástole la está llevando con una tensión, que nos está conduciendo al borde de una tercera guerra mundial”.

En ese sentido, precisó que el Sur Global y la lucha de clases en ascenso dentro del llamado primer mundo, están llamando al capitalismo a retroceder. Por ello, ejemplificó que España lleva más de 150 años de resistencia en el marco de un sistema capitalista altamente desarrollado con una reivindicación independentista y socialista.

“Todas las naciones, en una situación de tensión, buscan su autoorganización, no esperar a que venga el Banco Mundial o los piratas de Washington, la guerra del opio contra China. Cualquier proceso de autoorganización es incompatible con el capital, porque una cosa es la autoorganización y otra la sumisión a la organización que nos viene impuesta para esquilmarnos”, explicó.

Sin embargo, subrayó que si esta autoorganización se queda en autoorganización, va a durar poco, pues hay que hacer autogestión. «Autoorganización sin autogestión, sin que el pueblo se gestione a sí mismo, sin que el pueblo pueda organizar su sistema productivo, educativo, su cultura; la autoorganización no sirve para nada. Si no se reproduce y se expande se debilita y muere».

De acuerdo con Gil, la autogestión implica la autodeterminación, pues el Estado determina cómo es, cómo quiere actuar, realiza las mejores elecciones del mundo, comparadas con esquemas como los de Cuba, China o Nicaragua, pero no con el de Estados Unidos.

Asimismo, afirmó que «ni la autoorganización, ni la autogestión, ni la autodeterminación sirven para nada si no están estructuradas en red con la autodefensa. Si no hay defensa popular se hunden mediante la guerra, el chantaje, la corrupción. La autodefensa no es solo la unión cívico-militar, sino la conciencia del pueblo que sale a la calle a reivindicar y exigir, por ejemplo, la liberación de Chávez», ejemplificó.

Gil también destacó que existe una relación dialéctica entre autodeterminación, autoorganización, autogestión y autodefensa, pues se rompe la forma burguesa de interpretar la realidad. «Se trata de la cuestión nacional, del pueblo trabajador que cuando se pone en pie, como el yemení y es capaz de asestar un golpe al imperialismo como con las vías logísticas, no lo hace el pueblo abstracto, sino el pueblo trabajador yemení en solidaridad con el pueblo palestino, sirio libanés, con todo el Medio Oriente y la humanidad».

Asimismo, concluyó que la autodeterminación es un concepto indefinible. «La impone la OTAN con sus bombas. La impuso Obama cuando en 2015 dijo que Venezuela era un peligro para EE.UU. Pero al plantear el concepto como autoorganización, autogestión y autodefensa, estamos planteando un modelo opuesto, y estamos dando paso a la visión socialista, que es donde se produce esa independencia que rompe con la dictadura del dólar. Y eso da lugar a la autodependencia de los pueblos, que no es más que la multipolaridad».

Por su parte, el argentino Rodolfo Carrizo destacó que a 42 años de concluida la Guerra de las Malvinas, las Fuerzas Armadas de su país, continúan debiendo la explicación de la derrota.

«La posición geográfica de las Malvinas tiene mucho que ver con la geopolítica mundial, las ambiciones de las potencias y la necesidad de organizarnos todos los pueblos de América Latina y el Caribe», afirmó.

Carrizo denunció que las islas Malvinas están usurpadas desde hace 192 años y en ellas, el imperio británico ha desarrollado diferentes estrategias para apropiarse de todos los recursos naturales. Al respecto, sostuvo que todo cuanto rodea a ese territorio son bienes esenciales para la vida del ser humano en el planeta.

«Malvinas es un caso de colonialismo, en la actualidad se encuentra la base militar más importante que tenga la OTAN en el hemisferio sur», destacó.

Asimismo, denunció que actualmente el Gobierno argentino, con el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), pretendió que el imperialismo se apoderara de los recursos del país. «Nosotros creemos que Argentina tiene una dificultad en la discusión por jerarquizar la política, y aún no hemos podido construir esa cadena de solidaridad para autodefendernos y proteger nuestro territorio. Estamos en ese momento en el cual necesitamos desarrollar la inteligencia y el esfuerzo común y crear las bases para crear una alternativa superadora».

Precisó que las Malvinas son un símbolo arraigado en el sentimiento popular que permite allanar discusiones que eran difíciles de explicar. «Por medio de las Malvinas podemos explicar la contracción que tiene nuestro pueblo: la Patria o la colonia. Tenemos que elegir», concluyó.

Sobre la causa palestina, Hindu Anderi, calificó al sionismo como la fuerza que la superado al fascismo, tiene ocupado al pueblo de Palestina y ha logrado que miles de personas lo sigan.

«El sionismo se encuentra en todos lados, es un gran pulpo que se ha apoderado de la economía mundial», denunció, a la vez que alertó que en distintos espacio se habla en contra del sionismo, pero en la práctica, somos débiles.

«La lucha que está librando el pueblo de Palestina contra el sionismo y el fascismo debemos librarla nosotros en nuestros países», sostuvo, a la vez que advirtió que «Palestina es el inicio del fin del sionismo pero también puede ser el inicio del fin de la humanidad».

Como parte de la primera jornada del Encuentro, se realizó el panel sobre Alternativa por los Derechos de los Pueblos y las Reparaciones, con la participación de Amzat Boukari, de la Liga Panafricana Umoja; Cikiah Thomas, del Congreso Global Africano; Julieta Paredes de Feminismo Comunitario del Abya Yala y Justine Teba, de La Nación Roja.

La cofundadora del grupo La Nación Roja, Justine Teba, afirmó que «los pueblos indígenas sufren el adoctrinamiento de un estado de colonos» y precisó que, al leer el texto de la Alternativa Social Mundial se percató de su similitud con el «libro el Trato Rojo, la base ideológica de la Nación Roja que consta de tres partes: el fin de la ocupación, la curación de los cuerpos y del planeta».

Al respecto, aseguró que los pueblos originarios son «la alternativa política en Estados Unidos», y realzó la importancia de la organización del pueblo como única forma «de que las nuevas ideas florezcan».

En su intervención, Cikiah Thomas recordó que la Organización de Naciones Unidas reconoció «que la esclavitud y la trata de esclavos son crímenes de lesa humanidad (…) no prescriben».

«Los efectos duraderos de estos crímenes pueden verse en la desigualdad económica y social que persiste en el mundo hoy día», alertó.

Asimismo, la escritora boliviana Julieta Paredes explicó que la organización Feminismo Comunitario de Abya Yala une a la diversidad de la existencia en el continente. «Somos hijas del proceso de cambio del pueblo boliviano».

«Somos pueblos indígenas organizados camino en la autoorganización, autogestión, autodefensa», afirmó, con un proceso de acumulación histórica de más de 500 años de existencia.

«Las mujeres somos la mitad de un pueblo, la mitad de los problemas, la mitad de las esperanzas», dijo, a la vez que explicó que «el feminismo comunitario propone la descolonización epistémica, la descolonización de tiempo y espacio».

Sobre el panafricanismo, Amzat Boukari aseveró que se trata de un movimiento anticapitalista, que se opone a la explotación del hombre por el hombre.

«Estamos en la búsqueda de un socialismo con valores endógenos. Debemos tener nuestros propios valores de solidaridad de nación de panafricanismo», destacó.

Autor: teleSUR - YSM

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